La cultura Chachapoyas, asentada en el Departamento de Amazonas, ha dejado un importante número de grandes monumentos de piedra, como una enorme ciudadela de piedra y un lugar remoto, Kuelap, que fue descubierto sesenta años antes que el famoso Machu. Picchu, con más de cuatrocientas construcciones y muros de piedra ciclópea.
Otro hito de la tierra chachapoyas es el Gran Pajatén, un sitio arqueológico con una serie de al menos 26 estructuras circulares de piedra sobre numerosas terrazas y escalinatas, y la Laguna de Los Cóndores ubicada a una altitud de 2.600 metros sobre el nivel del mar.
Los Chachapoyas fueron llamados “Gente de las Nubes” porque tenían su hogar entre las selvas tropicales cubiertas de nubes del Amazonas, que bordean las laderas orientales de las montañas de los Andes.
Esta cultura antigua, fascinante y bastante desconocida dejó impresionantes ciudadelas de piedra, fantásticos mausoleos y sarcófagos construidos en lugares casi inaccesibles. Era una cultura en la que las comunidades se desarrollaban de forma autónoma y en un entorno que las aislaba significativamente de otras personas.
La cultura Chachapoyas tenía características construcciones circulares decoradas con frisos y altos muros defensivos. A pesar de su ubicación inaccesible, el territorio de los Chachapoyas era extenso. Formó un gran espacio triangular formado por la confluencia de los ríos Marañón y Utcubamba, hasta la Cuenca de Abiseo, donde se levantan las ruinas del Gran Pajatén.
Las habituales construcciones de mampostería de piedra de la cultura dan fe de la gran habilidad de los constructores Chachapoya que trabajaron a gran altura, elevando las construcciones sobre plataformas y pendientes.
Un buen ejemplo puede ser la fortaleza de Kuelap con murallas, a veces decoradas con figuras simbólicas, de casi 600 metros de largo y torres de hasta 19 metros de altura. Algunas piedras pesan hasta 3 toneladas. Los Chachapoyas eran en verdad gente muy trabajadora.
Un símbolo de serpiente representado por zigzag
Entre los Chachapoyas existía un símbolo de serpiente representado en zigzag, y se considera el diseño más extendido de esta antigua cultura. Sin embargo, existen muchos símbolos diversos en la región habitada por los Chachapoyas, y no es fácil reconocer cuáles fueron originales e impuestos por los Incas.
Pese a esto, Peter Lerche, antropólogo peruano alemán que centró principalmente sus investigaciones en el estudio de la cultura Chachapoyas, ha identificado las tres principales figuras de importancia para el pueblo de este período: representadas en una gran cantidad de objetos y lugares.
Según el cronista Blas Valera, quien comenzó su vida como misionero y luego escribió cuatro importantes obras defendiendo la cultura, religión y lengua inca, los Chachapoyas adoraban a las serpientes. El Cóndor era su dios principal. Lerche, por su parte, propuso que el Cóndor fue introducidoen esta cultura por los Incas.
La serpiente está representada en zigzag en los frisos de las construcciones circulares de los Chachapoyas. Precisamente el zigzag es el diseño más extendido en el área geométrica controlada por los Chachapoyas, y la presencia de este símbolo en diversos mausoleos simbolizaba una relación entre la serpiente y los antepasados.Otro símbolo relacionado con los antepasados sería la forma de T utilizada en algunos nichos de las cámaras funerarias. Se han descubierto dos tipos de tradiciones funerarias entre los Chachapoyas. Los mausoleos de piedra tallada representan uno, y otro son los sarcófagos, ambos ubicados en cuevas excavadas en lo alto de barrancos rocosos.
Su ubicación los hacía prácticamente inaccesibles. Los Chachapoyas también contaban con grandes construcciones mausoleos de dos o tres pisos llamados Casas Funerarias, con techo a dos aguas, grandes hornacinas cuadrangulares o en forma de T.
Entre las estructuras más famosas de la tierra de los Chachapoyas se encuentran las tumbas de los antiguos “reyes sabios”. Las tumbas están ubicadas en un sitio arqueológico, “Carajía”, a sólo 60 kilómetros al noreste de la ciudad de Chachapoyas, en la provincia de Luya, en Perú. Ubicados en lo alto de una superficie horizontal muy estrecha que se proyecta desde el acantilado de piedra caliza, los seis sarcófagos (tallados en piedra) muestran torsos sin extremidades con cabezas grandes y enormes mandíbulas y barbillas hacia arriba. En cierto modo, se asemejan a monumentos monolíticos que representan figuras humanas talladas por el pueblo Rapa Nui en la Isla de Pascua. Al igual que las figuras de Chachapoyas, miran de frente hacia el horizonte lejano.
Algunos de sus tocados están adornados con cuernos, imitando los cuernos de ciervo, mientras que otros tienen incrustaciones de cráneos humanos. Cada sarcófago de Chachapoya tiene una altura de 2,5 metros.
Sabemos que el Imperio Inca conquistó esta misteriosa cultura a finales del siglo XV.
Curiosamente, los Chachapoyas permanecieron genéticamente distintos y no fueron asimilados por el Imperio Inca y su expansión en esta zona hace cientos de años.