La tumba de un antiguo rey maya fue encontrada por arqueólogos en el sitio precolombino de El Perú-Waka en Guatemala. La tumba real, que data del 300 al 350 d.C., era la más antigua de la parte noroeste de la región de Petén.
“Estamos de acuerdo en que este podría ser uno de los primeros gobernantes del imperio Wak, incluso si las estimaciones son preliminares y necesitan más estudios”, dijo la arqueóloga Griselda Pérez Robles a LiveScience por correo electrónico.
Junto con dos colegas, Pérez Robles ayudó a liderar las excavaciones del túnel en la Acrópolis del sitio y se llevaron a cabo los hallazgos.
La máscara de jade encontrada en el Entierro 80 del Proyecto Arqueológico Regional El Perú-Waka’ en Guatemala. Cortesía de Proyecto Arqueológico Waka’ y Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala.
“Las excavaciones desde el exterior del edificio demandaron 76 días de trabajo ininterrumpido”, añadió Pérez Robles, destacando que el descubrimiento de la tumba se produjo el día 65 y requirió ocho intensos días de trabajo.
“Retiramos una de las rocas y pudimos ver una cámara funeraria con restos óseos. Sus ofrendas estaban cubiertas de cinabrio, lo que indicaba que se trataba de un personaje de la realeza”.
El descubrimiento del Entierro 80 en el Proyecto Arqueológico Regional El Perú-Waka’ en Guatemala. Cortesía de Proyecto Arqueológico Waka’ y Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala.
La tumba, la séptima encontrada en el sitio, recibió el nombre de Entierro 80. Contenía una máscara de jade tallada que representa al gobernante fallecido como el dios maya del maíz, así como 22 vasijas de cerámica, conchas de Spondylus, adornos de jade y un colgante de concha tallada en forma de cocodrilo.
“Los mayas del Clásico veneraban a sus gobernantes divinos y los trataban como almas vivientes después de la muerte”, dijo David Freidel a Source en la Universidad de Washington en St. Louis, donde es profesor de antropología.
“La tumba de este rey ayudó a hacer de la acrópolis del palacio real un lugar sagrado, un lugar de majestuosidad, al comienzo de la historia de la dinastía Wak”.
Ubicado en la intersección de los ríos San Pedro y San Juan, El Perú-Waka’ fue un área clave de intercambio comercial en Petén en la antigüedad.
“El descubrimiento del Entierro 80 permite acercarnos al conocimiento de los primeros siglos del sitio, cuando estaba en desarrollo, aunque ya contaba con una organización social establecida y un sistema ideológico complejo”, dijo Pérez.
Las excavaciones han estado en curso en el Proyecto Arqueológico Regional El Perú-Waka’ desde 2003.
“El sitio, dada su historia e influencia en la región, es extraordinario”, dijo Pérez Robles. “No sería sorprendente que se siguieran descubriendo más hallazgos de gran relevancia”.