Arqueólogos peruanos descubrieron una momia adolescente preincaica en las afueras de la capital moderna, que se cree que tiene más de 1.000 años, en el último de una serie de hallazgos de ese período.
La momia probablemente era una adolescente y se encontró en una tumba subterránea envuelta en un fardo funerario, junto con cerámicas y cuerdas e incluyendo trozos de piel y cabello.
La adolescente momificada fue encontrada en “buen estado de conservación”, dijo la arqueóloga Yomira Huamán, encargada del proyecto de investigación Cajamarquilla.
Si bien es mejor conocido por el retiro real inca de Machu Picchu, en la cima de la montaña, Perú fue el hogar de varias culturas prehispánicas que prosperaron en los siglos anteriores al ascenso al poder del imperio inca, principalmente a lo largo de la costa central del país y en los Andes.
El adolescente vivió hace entre 1.100 y 1.200 años y pudo haber pertenecido a las culturas Lima o Ichma. La momia fue descubierta a unos 200 metros de donde se encontró la primera momia de Cajamarquilla, explicó Huamán, en referencia a otra momia encontrada cerca el año pasado.
En el sitio arqueológico también se encontraron los restos de ocho niños y 12 adultos, que aparentemente fueron sacrificados hace entre 800 y 1200 años.
El extenso complejo de Cajamarquilla presenta las ruinas de cuatro pirámides y otras construcciones, como muros dispuestos como un laberinto. El complejo es la segunda ciudad de adobe más grande de Perú después de Chan Chan en el norte del país andino.
Cajamarquilla posiblemente estuvo ocupada por gente de la costa y la sierra andina, dijo Huamán. Ubicado en una zona polvorienta a unos 20 kilómetros (12 millas) de Lima, se creía que el sitio era un próspero centro comercial.