Una vitalidad asombrosa se combina con un legado antiguo dentro de la tumba de un tal Khuwy, un alto funcionario que fue noble durante el período de la Quinta Dinastía de Egipto (alrededor del siglo 25 al 24 a. C.). El increíble descubrimiento, según el Ministerio de Antigüedades del país, se realizó originalmente el mes pasado y luego se dio a conocer oficialmente el sábado (13 de abril).
Crédito: Mohamed el-Shahed/AFP
La tumba caleidoscópica está situada en la gran necrópolis de Saqqara, cerca de Menfis, la antigua capital del Bajo Egipto. Según el jefe del equipo de excavación, Mohamed Megahed, la estructura tiene forma de L con un corredor que conduce a la antecámara y luego a la cámara más grande. Los coloridos relieves representan al propio propietario sentado a una mesa con ofrendas y se complementan con inscripciones bien conservadas.Crédito: Mohamed el-Shahed/AFP
En términos de diseño, la pared norte de la tumba posiblemente estuvo influenciada por las pirámides reales de la Quinta Dinastía, mientras que sus lujosas pinturas “cuentan con una resina verde especial en todas partes y aceites utilizados en el proceso de entierro”, como señaló la autoridad de antigüedades egipcias. En cuanto a la tumba en sí, la estructura está compuesta por bloques de piedra caliza blanca.
Por último, cabe señalar que en los últimos tiempos los arqueólogos han podido desenterrar una serie de asentamientos y tumbas que datan del período de la Quinta Dinastía. Por ejemplo, el año pasado, los investigadores encontraron el complejo más antiguo conocido en el antiguo sitio egipcio de Tell Edfu. El punto focal de este asentamiento de 4.500 años de antigüedad en Tell Edfu pertenece a dos grandes edificios que sirvieron como sedes de la administración real en la zona. Hechas de adobes, se encontró que las estructuras estaban flanqueadas por patios abiertos y una variedad de talleres y contenedores de almacenamiento. El análisis de estas zonas y de los artefactos in situ (como pesas y fragmentos de crisol) ha revelado cómo las instalaciones se utilizaban para elaborar cerveza, pan e incluso fundir cobre junto con otros procesos metalúrgicos.
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Además, los arqueólogos pudieron encontrar alrededor de 220 sellos de adobe del rey Djedkare Isesi (el penúltimo rey de la dinastía) dentro del complejo, posiblemente en alusión a las expediciones reales realizadas durante el período de la Quinta Dinastía. Históricamente, el descubrimiento refleja más bien el aumento del comercio egipcio durante los siglos 24-23 a. C., un próspero ámbito marítimo que se extendió al intercambio de artículos de alto valor como ébano, mirra, incienso, oro y cobre. Con ese fin, los arqueólogos identificaron bienes dentro de un almacén que posiblemente provenían de las famosas expediciones reales del rey Isesi a Wadi Al-Maghara en el sur del Sinaí.